Mac Ramsey (former agent of NSA, now BHU)

miércoles, junio 29, 2005

Somewhere in Pakistan III

"Estaba visto", dijera Mireya.

Quién va a recuperar las ojivas nucleares??
El Sr. del Gran Bonete??
Noooo!!! ... (y no me hagan la rima de bonete).
´ta bien, voy yo, no se molesten.

Destino: un complejo subterráneo en un pequeño valle dentro de una cadena montañosa.
Una vez en la locación correcta, procedo a cambiar nuevamente de toallita en la cabeza (guardia fallecido mediante), y ya que estoy "quien hace 30 hace 31..." como dicen.
Recorro toda la planicie buscando y dando pasaportes al más allá al resto de los guardias que andan recorriendo las ruinas de un pobladito, bajo las cuales está escondida esta base que debo infiltrar. Una vez allí, tengo que matar al jefe de la guarnición y rescatar las ojivas (dame doss!!).

Accedo a la entrada y comienzo a bajar por un túnel excavado en la piedra, con antorchas que iluminan los escalones que me conducen al nivel inferior (por un momento me siento como Indiana Jones ...).
Relojeo el mapa y veo que las instalaciones son bastante sencillas, por no decir básicas.
Cuatro pasillos interconectados formando una especie de cuadrado, con entradas a diferentes habitaciones. En el medio queda un sector aislado por una especie de foso de drenaje. Esto me da una idea para recorrer toda la instalación sin ser visto (virtualmente).
Me deslizo por el corredor que se abre a mi derecha, luego de esconderme en una entrada a lo que parece ser una habitación para guardias y limpio a uno que andaba patrullando el corredor en cuestión (hacía mucho bulto). Acto seguido me mando para el drenaje (con cuidado de no chapotear mucho, no estoy en Aqua Manía).
Lentamente, y con el agua hasta el "chope", regreso sobre mis pasos y llego hasta detrás de unas cajas, donde se encuentra un guardia parado (pero no por mucho tiempo). Subo un par de escalones y le aplico un plomazo disciplinario (que es eso de andar haciendo sebo, che!).
Al zanjón con él.
Aparece otro guardia "En busca de un destino" (si mal no recuerdo, peli ochentosa con un todavía joven Richard Gere); de más está decir que yo le proporcioné un destino decoroso.
Pasó a decorar el foso acuático como una naturaleza muerta, igual que su compañero.
Continuo recorriendo y me encuentro con una entrada tallada en la piedra de la pared. Allí dentro encuentro un generador de corriente (y alguien que lo cuidaba). Procedo a apagar el generador y dejar a todo el mundo a oscuras (de mas está decir que al guardia ya lo había puesto a oscuras hace rato). Visión nocturna mediante, atravieso las habitaciones de los efectivos militares y trato de llegar a donde está mi primer objetivo.
Y digo trato, porque con el asunto del apagón forzado, están todos como locos corriendo de un lado para el otro.

Paren chee!!! No empujen!!
Bo, quien me tocó el "locu"?!!
En pedo y dormido no vale!!!

Hijos de sus prostituídas progenitoras ... me tiraron de nuevo a la zanja acuosa esta.
Oh caramba! Mi objetivo también cayó por estos lares.
Marche incisión en el cuello con objeto corto-punzante para mesa tress!
Trepo nuevamente a nivel del piso, y me encuentro tirada y abandonada una vieja y querida M60 (pobrecita ... papel papel, el que la encuentra es para él).
Finalmente me apropincuo donde se encuentran las famosas ojivas nucleares, marco planta en el ascensor y me marcho.
Ya fuera de las instalaciones, espero a que descienda un helicóptero que viene a recojer el paquete.
Me llama la atención que en un helicóptero militar con insignias rusas, vengan unos tipos vestidos con esos pijamas color naranja que usan ciertos monjes hindúes.

Encomio?
Befa?

lunes, junio 27, 2005

Somewhere in Pakistan II

Bazar.

Por definición, lugar donde se venden artículos variados con diferentes usos o fines.
Dícese también del último disco de estudio del grupo Elefante (aparecí entrevistado a la salida del recital que dieron para la X en Vivo, hace años atrás).

Por qué esta introducción tan traída de los pelos? (aparentemente)
Resulta que un Khan local (Khan, como Gengis y Kublai, de ahí el título, que cultural que ando, no? ), quiere venderle a las fuerzas de las Naciones Unidas (a.k.a. casacos azules), las cabezas nucleares robadas.
Ergo, tengo que evitar la venta.
Y cómo evita uno la venta de las mismas si no tiene en su poder los artículos en cuestión?

Elemental, querido Watson! (aunque Sir Arthur Conan Doyle jamás haya escrito tal expresión como propia de Sherlock Holmes ... cómo estoy! I´m on fire! Al "dopeee").
Después de tanta paparruchada, la respuesta: eliminando al vendedor.

La agencia me comunica que la transa se va a hacer en un pueblito cercano al anterior, donde me despaché a los otros barbones (porque por acá todos andan con toallas en la cabeza y barba). Para hacer más interesante el tema, viene en una "limo" blindada y escoltado por los cascos azules.
La única condición de la misión es que ningún integrante del convoy sea herido o muerto, sólo el Khan. Además tiene que ser muerto antes de entrar en el pueblo.
No tengo como equivocarme con el blanco, su cara aperece en afiches por todos lados (dará algún concierto?).
Debo encontrar a un contacto en cierto lugar del pueblo, el cual me va a facilitar la tarea (aunque aún no se de que manera).

Recorro las calles atestadas de guardias (con mi habitual cara de "yo no fui") y llego a una especie de callejón sin salida, donde encuentro a mi contacto.
El susodicho me provee de mi herramienta seleccionada para la ocasión: un MI 95 calibre 50.
Un rifle tipo sniper con una potencia de aquellas, perfora blindajes, arruina vehículos y otros objetos inanimados. Ni quiero saber que efecto tendría un proyectil de éstos al impactar en un cristiano (o musulmán, en su defecto...).

Trato de pasar desapercibido (difícil pa´sagitario, con semejante caño...!), esquivando en lo posible todo contacto con transeúntes varios. Luego de eliminar a un par de guardias (pistola con silenciador mediante), subo por una escalerita lateral de una casa hasta su techo. Después, atravieso la calle sobre unos tablones que están puestos tipo puente hasta la casa vecina, y de ahí, subiendo por una escalera de mano, termino en el techo de una de las casas más altas, de frente a la puerta del poblado (con muro exterior y todo, che ...).
Veo aproximarse a lo lejos la caravana, y tomo las precauciones debidas. Parecería ser que algunos guardias encontraron a sus colegas muertos (no tuve tiempo de esconderlos decentemente), y andan buscando a alguien sospechoso. Si yo no tengo pinta de sospechoso (en una azotea y con un rifle sniper de alto poder), entonces no se ...
La caravana enfila finalmente hacia la puerta, y puedo entonces apuntar con tranquilidad (!?) a mi blanco (buéh! mas que blanco, pardo).
El disparo suena tipo cañonazo (no era para menos), y apenas certifico que el Khan tiene un boquete en el pechito, me mando por la escalera hasta la primera azotea y después de ahí me tiro tipo kamikaze hasta la calle.

Nobleza obliga, debo confesar que corrí como si fuera Forrest Gump (peli que nunca vi, mi religión me prohíbe ver pelis donde el protagonista es Tom Hanks).
Anyway.
Yo solo corrí.
Tenía a todos los cabezas de toalla atrás mío, y como si fuera poco, también a los cascos azules.
Y eso que les había hecho el favor de matarles al tipo este, que les iba a vender algo que no tenía (virtualmente hablando).

Ya me veo venir mi próxima mision.

lunes, junio 20, 2005

Somewhere in Pakistan

No me puedo quejar.
En Pakistán no nieva. No es un calor que uno diga "uf! que bruto!", pero bueh!...

Misión actual: infiltrarme en cierto poblado del centro del país para conocer a dos militares (tradúzcace conocer como limpiar, finiquitar etc.).
Motivo: cierto cliente fue víctima de una sustracción de elementos radioactivos (ojivas nucleares, para ser precisos) y parece que estos sres. tienen algo que ver.
Así que, tengo que disfrazarme de "cabeza de toalla", para pasearme tranquilito entre las callejuelas de un pueblito donde estos militares andan escondidos (con guardias incluídos).
Primero tengo que ir por el teniente (acá la cosa es por rango, vio?), quien esconde entre sus ropas el mapa con la ubicación de las ojivas (más fácil sería decir que tiene un mapa en el bolsillo, no?). El gral. tiene las llaves que activan las ojivas (tipo la fórmula de la Coca Cola, uno tiene una parte y el otro el resto). Si algo les pasara no todo estaría perdido (y créanme, algo les va a pasar).

Resulta que al señorito teniente se le canta dormir una siestita a primera hora de la tarde, para recuperar energía. Trataré de no interrumpir su sueño, y hacer que su pasaje hacia el "otro sueño", sea lo más plácido posible.
Antes de entrar en la casita de 2 plantas (un helecho y una cretona ... pah! malísimo!), procedo a cambiar de "toalla" en la cabeza, o sea , limpio a un guardia y me quedo con su uniforme.
Sigilosamente me adentro en la casa, subo muy despacio la escalera y me encuentro con el teniente mirando hacia la ventana (el muy remolón todavía no se acosto).
Vamos, vamos a dormir la siesta ...
Si está muerto mejor.
Nada que un afilado cuchillo no pueda hacer.
Reviso sus bolsillos y encuentro el mapa con el cual encontrar las ojivas (digo yo, no? que disertación filosófica se puede armar con eso de encontrar un objeto que a su vez te ayude a encontrar otra cosa diferente ... ah bueno! el calor me pegó para el carajo!).

Chequeando el mapa, busco al general, quien en estos precisos momentos se manda para adentro del soho (o bazar, mercado, feria local, whatever).
Para aquellos lares me mando, recorriendo polvorientas y desérticas calles. Una vez allí, me hago el choto y miro precios de artículos varios, comparando a ver si están más baratos que en casa.
Oh casualidad!
En uno de esos puestos encuentro al general.

Sr. General! Cómo le va!?
Anda buscando algo en especial? Porque acá yo tengo unos plomos que tienen su nombre grabado ... sirvasé!

Ah! Y para quienes hacen comentarios de mala fe, el correr luego de haber acribillado a balazos (y frente a mucho público) a un general, no es síntoma de cobardía.
Mas bien es síntoma de amor propio y sano juicio.

"...Si sigo por esta llego?..." (copyright de un viejo amigo mío).
De más está decir que me llevé las llaves.

viernes, junio 17, 2005

Kualah Lumpur III

Update.

Mientras cruzo el puente (y no el de Avignon, como aquella vieja canción infantil), la agencia hace sus deberes y mientras utilizo un ascensor externo (de esos que usan los limpiavidrios en este tipo de edificios), me comunican sus últimos hallazgos.

Parece que el otro "dogor" es todo lo contrario a lo que era su hermano. Coleccionista de arte caro y mujeres baratas.
De ahora en adelante será conocido como "dogor fiestero" (por poco tiempo más).
Este golpe es para despuntar el vicio nomás. Lo cual no quita que uno tenga que ser descuidado. Voy a fingir un robo que se salió de control (y de paso me choreo algo ...).

Me asomo por un ventanal del penthouse y puedo divisar al "dogor fiestero" en un jacuzzi, rodeado de "turrones" (y no es Navidad).
Quien pudiera, no?

Un par de minutos más tarde, las trolas se retiran y pruebo suerte disparando a través del ventanal ....
... y el premio al "Gil de Goma" de este año es paraaa ...!!!
Obvio que los vidrios iban a estar blindados.

Trepo el balcón lateral y aguardo en la terraza. Según mi aparatito, alguien se acerca a la puerta que conduce a la misma.
Me escondo y veo salir a una de las trolas (se ve que a tomar un poco de aire fresco), y se ve que lleva el maquillaje en la mano ...
Opa! Pero que ven mis ojitos color café!
Esta hija de una chingona tiene un revólver .357!
Moviendo las cabezas !!! (dijera Giordano)
Espero que la bala encuentre el cerebro dentro de esa capochita vacía.

Luego me pongo a jugar a Spiderman, haciendo equilibrio por una delgada cornisa que rodea al penthouse.
Abro una puerta, choreo una valiosa estatua (chica, no me estoy robando la Venus de Milo), y sigo (vía cornisa), hasta una habitación donde hay una caja fuerte escondida (tras un cuadro, como era de suponer). El único problema es que detecto cierto mecanismo de alarma, por lo cual voy a dejarla para el final. Saliendo por la puerta de esta habitación, desemboco en un pasillo, que pasa por un ascensor (mi próxima salida) y me dirige directamente hacia la habitación del jacuzzi. Entro sigilosamente y me encuentro al "dogor fiestero" solo (con un patito de goma, que tierno...).
Después de mi pasaje por el jacuzzi, el "dogor fiestero" y el patito de goma se parecen mucho, porque los dos flotan inertes en el agua.

Recorro el resto del penthouse, limpiando los guardias que quedan, los turrones que quedan y hasta la secretaria que andaba por ahí. Ni el loro. No se salva nadie.
Retrocediendo sobre mis pasos, rumbo a la caja fuerte, descubro una caja de fusibles, la cual deshabilito. Precavidamente llevo conmigo un dispositivo de visión nocturna (soy una armería ambulante).
Ahora si, abro tranquilamente la caja fuerte, me choreo la guita (que chorizo que estoy!) y me voy cantando bajito.
No sin antes despachar al electricista que venía a arreglar la caja de fusibles. Vino por luz y salió oscurecido.

Ascensoorr !!!

PD: La h saltarina ataca de nuevo.

jueves, junio 16, 2005

Kuala Luhmpur II

Sorpresa !

Mirando el escritorio donde trabajaba (y conjugo bien el verbo) el "dogor computonto", puedo ver una foto en la cual el susodicho se encuentra al lado de su hermano gemelo.
Hay 2 gorditos.

Hago el comentario respectivo a mi contacto en la agencia, quien me indica que debo insertar un dispositivo espía en un servidor que se encuentra en una oficina, chiquicientos pisos para arriba. De esta manera podrán monitorear todos los movimientos de la empresa que dirigía (vuelvo a conjugar bien el verbo) el "dogor".
Por el mismo acceso por el cual llegué a este nivel del sótano, puedo llegar directamente y sin escalas a las oficinas, vía ascensor privado (siempre y cuando deshabilite el sistema de seguridad).
Plus de la misión: luego de insertar el chip, cruzar hasta la otra torre, vía puente, y liquidar al gemelo.
En mi camino hacia el ascensor, me encuentro con dos guardias, recios, de "buena madera" (como se suele decir).
Y como eran de buena madera, los talé a hachazos.
Sonó feo, no?
Ellos sonaron peor.

Ascensooorrr !!!

A las oficinas privadas del "dogor", por favor...

Una vez allí, chequeo rápidamente el mapa para ver las ubicaciones de las oficinas. La llave magnética que abre la puerta del servidor, la tiene el ingeniero de sistemas. Ubico su oficina, pero resultó mejor cruzármelo a él (in flesh) en la pequeña cocina para los empleados.
Se ve que tuvo un mal día, pasó por un trago amargo y no de café; de plomo. Totalmente al cuete, porque no llevaba la consabida llave encima.
Obligadamente tengo que ir hacia la oficina del flaco este. Luego de atravesar una serie de cubículos vacíos de gente (para mi suerte), y esquivar a los guardias (no andaba con ganas de desperdiciar municiones), puedo acceder a la oficina del ingeniero.
Encuentro la llave y también a otro oficinista (haciendo horas extras).
A veces pienso en los peligros que corren estos muchachos, la vida sedentaria, el stress, la mala alimentación, largas horas de trabajo, el casual encuentro con un asesino a sueldo. Todas cosas malas para la salud. Así también como lo es trabajar de guardia de seguridad en unas afamadas torres gemelas (las únicas que quedan, sin contar el mundialmente conocido Wall Trade Center de Montevideo).
Este trabajo también es peligroso para la salud, trae plombemia.
Me escurro entre los pasillos y llego hasta el servidor, donde instalo el dispositivo espía.
Ahora solo resta cruzar hasta la otra torre, y por lo que veo, el único acceso es rompiendo un gran ventanal y cruzar sobre el puente.
Nótese que dije "sobre" y no "por" el puente. Como si fuera poco, afuera llueve, y mucho. Aunque en realidad prefiero una lluvia semi-torrencial en una sona sub-tropical que otra nevada en algún recódnito lugar del planeta.
Tarareando aquel viejo y pedorro tema "Raindrops are falling on my head..." elimino a un par de guardias que se hallaban en el techo del puente por el cual transito (y trato de no pensar en el hecho de que se encuentren allí, en ese lugar tan inhóspito e ilógico para que alguien utilice como vía de tránsito peatonal).
Haciendo pininos y tratando de no volar (cosa que no aprendí aún), llego a la otra torre.

Nota: La h saltarina de Kuala Luhmpur a vuelto.

miércoles, junio 15, 2005

Kuhala Lumpur

Calor.

Al fin.

Ya me encontraba al borde del paroxismo con el asunto del frío y la nieve. Casi llego al colmo de inhalar líneas de Vascolet vencido rebajado con maicena, para poder soportar las bajas temperaturas.
Esto es otra cosa.

Malasia, hogar de cuanto electrodoméstico y ropa deportiva de marca ande por la vuelta.
Si tenés una marca reconocida y no tenés una fábrica en Malasia estás "out", no existís. Siempre es un buen momento para comprar algo "directo de fábrica".
En fin, dejemos de lado estas elucubraciones "alpedísticas".
Pasemos al desarrollo de mi tarea en estas latitudes.

Mi objetivo es un pirata informático (de ahora en más, el "dogor computonto"). Parece ser que este tipo diseñó un programa que ayuda a camuflar la identidad de los misiles. No es que los misiles tengan cédula de identidad o símil. El programa engaña a los sistemas de defensa, haciendo que éstos identifiquen a misiles enemigos como propios. La consecuencia natural es que ante un ataque enemigo, no haya defensa.
Y él tampoco va a tener defensa, porque yo voy en su búsqueda.

El "dogor computonto" tiene su base en el sótano de una de las torres gemelas de Kuhala Lumpur (nota: voy a escribir Kuhala Lumpur como se me cante. No chequeé si lleva h o no, y si lleva, donde poronga va. Hecha la aclaración...).
Tengo que infiltrarme a través del lobby de una de las torres, lleno de guardias, ver de pasar los detectores de metales y llegar al sótano donde se encuentra el "dogor".
Chequeando el mapa, encuentro el lugar donde está escondido mi equipo. Me mando por una puerta a mano derecha, luego de un pasillo en forma de L entro en un vestidor, y abro el casillero 137 (no voy a volver a hacer el chiste de "Paso de la Arena - Ciudad Vieja" ...ups! ya lo hice...).

Anyway.

Cargo una Beretta con silenciador, municiones y (lo más novedoso), una bomba de humo. Siguiendo un razonamiento lógico, luego de mirar los diferentes objetivos marcados en el "gadget", tengo una habitación que funciona como lavandería (haciendo espejo sobre mi ubicación actual, o sea, cruzando el lobby y en la misma disposición). Para completar, y haciendo diagonal con este vestidor donde me encuentro, se halla una pequeña guardia de bomberos.
Me veo sorprendido en mis cavilaciones por un guardia, quien irrumpe sorpresivamente en el vestuario.

Yo me sorprendo.
Tu te sorprendes.
El se muere (no, esta conjugación del verbo sorprender no me la enseñaron en la escuela)

Y haciendo un homenaje al maestro del suspenso (Hitchcok), lo tiro detrás de la cortina del duchero (Psicosis).
Haciendome el choto, cruzo el lobby hacia el lavadero, y una vez adentro, planto en un ducto la bomba de humo, que activa la alarma de incendios.
Se armó la gorda!!!
No, María Marta Serralima no ...

Aprovechando el desconcierto y pánico general, corro hacia el petit room donde están los bomberos, del otro lado del lobby.
Me pongo un traje de bombero (máscara incluída), y tomo una típica herramienta del gremio fogoso (un hacha).
Traspaso los detectores de metales, haciéndolos sonar (justificadamente) y me dirijo hacia el ascensor que me llevará hacia el sótano. Una vez allí, me mezclo entre otros bomberos, y busco el acceso al lugar donde se esconde el "dogor computonto".
Una vez encontrado dicho acceso, comienzo a bajar escalera tras escalera, hasta el último nivel. Tras una serie de servidores, en el fondo, puedo divisar al "dogor computonto". El piso está regado de papitas y cajas de pizzas, pisar una es como pisar un sonajero, cosa que alertaría a mi objetivo.
Furtivamente me acerco por detrás y...

Achalai my brother !!!
(si alguien precisa explicación de lo anteriormente expresado, a las órdenes).

Primer parte de la misión resuelta.

lunes, junio 13, 2005

Big in Japan II

Izquierda ...
... o derecha?

Luego de la puerta principal, tengo dos puertas, una a cada lado. De frente una pared (not an option).
Derecha.
Escalera.
Guardia.
Tomá.
Le quito el arma (una HK MP5 con supresor de sonido, a.k.a. silenciador), y empieza la fiesta.Ya me cansé de andar sigiloso y silencioso, por lo tanto procederé a dar rienda suelta a mis ganas de terminar de una vez con esta misión y con los fríos que estoy sufriendo; hay que entrar en calor y no se me ocurre mejor manera que mandando al freezer a todo aquel que se me cruce.
Las alusiones a la temperatura y clima están a la orden del día.
Y como se suele decir ..."en la cabeza que no renguea!"
De repente algo cae de uno de los tirantes de madera que apuntalan y sostienen a esta remozada fortaleza nipona: un ninja, posta posta, de "verdura", the real thing!
Corrección, no uno, varios, y armados con katanas.

Ok.
Ya se que los puristas de las artes marciales van a saltar con el hecho de que los ninjas no usaban katanas, que usaban una versión más corta y recta (cuyo nombre se me escapa en estos momentos), y que la katana era usada por los guerreros samurai.
Si, todo eso es verdad, pero, que quieren que les diga... yo no me iba a poner a discutir seria y formalmente al respecto de dicho tópico.
First shoot, then ask.

Luego de limpiar considerablemente los alrrededores, busqué y desactivé los otros dos generadores que alimentaban la seguridad del castillo en sí (había un tercero escondido).
Ahora si.
A la fortaleza, propiamente dicha.
Dentro se encuentra un helipuerto, con un helicóptero estacionado (que otra cosa iba a haber... una Vespa?).
Tengo varios pisos a recorrer, y como es de esperarse, mi objetivo, el venerable yakuza, se encuentra en el último piso (con la llave magnética que abre el lugar donde se guarda el sistema de guía de misiles, en el sótano). Yo subo y bajo, subo y bajo. Para cuando termine estas misiones, voy a poder poner una sandía en la articulación de la rodilla y partirla como con un cascanueces gigante.
Evidentemente el frío empezó a hacer mella en mi pobre cabecita.
Razonamientos como el anterior son plausibles de sanción.
Luego de hacerme con nuevas pilchitas y cargadores varios, sigo mi carrera ascendente en el mundo de la masacre interracial (no discrimino a nadie), y también ascendente en el castillo.
En cada piso al cual accedo, chequeo mi "gadget" para reconocer la situación. En algunos niveles no digo ni "hola", en otros no queda ni el loro.

En una de las escaleras me cruzo con alguien que tiene todo el aspecto de una concubina.
No está armada, no representa peligro alguno ... no veo porque se tiene que salvar.
A pesar del ajustado vestido tradicional que lleva puesto, pasa como bala al lado mío.Y mis balas la pasaron al otro lado.
Chequeo su status y descubro entre sus ropas una llave magnética, la cual sospecho me va a ser muy útil.
Y nada mejor que una puerta con barrotes láser para que yo la use.
Atrás de la puerta más ninjas saltarines y pendencieros.
Esto tiene un color digno de "Cine Ninja", aquel viejo rejunte de películas ochentosas, donde nunca faltaban los ninjas coloridos: rojos, azules, verdes, amarillos y hasta rosados!!!
Nada que envidiarles a "Karate for ever" del gordo Casero.
Al fin el último nivel, al fin el padre y el hijo se van a poder ver las caras en el más allá (si es que existe algo similar). Al fin el camino de regreso.
Bajando presurosamente las escaleras llego al sótano.
Una sala llena de trofeos se abre frente a mi. Entre los trofeos, el sistema de guía de misiles. Además, me choreo una extraña .22 con silenciador incorporado y, como si fuera poco, un souvenir regional (si es souvenir es regional, choto!), una katana original.

Cuando vuelva a casa voy a re-mirar "Kill Bill", para repasar el uso de este noble artefacto.
Me subo al helicóptero al mejor estilo "Air Wolf", y me mando para casita.

Por allá no está tan frío.

Tecito mediante.

Big in Japan

Complicado.

Muy complicado. El objetivo se encuentra tras una maraña intrincada de seguridad, artificial y humana.
El señor en cuestión, tiene en su poder cierto aparatito que sirve para la guía de misiles intercontinentales.
Como siempre, tengo que encargarme de la "marca" y traerme la guía (no, la de calles no... tampoco las páginas amarillas...!).

Mi locación actual es en algún lugar del centro de Japón, entre las montañas, acercándome a un viejo castillo medieval, otrora hogar de algún "daimyo" local.
Tengo que infiltrarme en las primeras líneas de defensa para poder sabotear los sistemas electrónicos que guardan al castillo en sí.
Mientras me escondo tras unos árboles, y trato de no ser avistado por mi primer obstáculo (una torre de vigía con sniper incluído), la nieve me sigue rodeando.

Nieve. Invierno. Frío.

Si algún día mandan a un explorador a Plutón, ya veo que me mandan a mí.
Sigilosamente me desplazo hasta quedar cubierto tras una entrada para camiones (hacia un complejo subterráneo).
Sin que el sniper o los guardias de la entrada se aviven de mi presencia, llego a la parte trasera de la construcción. Tras un camión estacionado encuentro herramientas (una bonita ballesta de caza) y a un guardia, camuflado para la ocasión. Y como era de suponer en estos casos (y climas), el sr. guardia tuvo problemas de garganta. Los problemas que pueden devenir de ser ahorcado con un cable de fibra. Por si fuera poco, también le esquilmé las ropitas. Si no estaba muerto aún, poco tiempo más iba a durar.
Imposible deambular por los bosques sin despertar sospechas (aunque mi nueva vestimenta incluía máscara).
Accedo al subterráneo mediante una especie de escotilla (según mi "gadget" voy a encontrarme con varias) y espero tras unas cajas. No tarda mucho en hacer su aparición un guardia, que ni se enteró de lo que le pasó (a no ser que vuelva como un fantasma a pedir explicaciones).
Cambio de indumentaria por una negra tipo ninja (acá abajo de blanco, soy idem fácil).
Deambulo por el subterráneo, esquivando camiones que acarrean vaya ud. a saber que, y algunas patrullas. Mi táctica es muy similar a un típico capítulo de Bugs Bunny, aparezco y desaparezco de cuanto agujero hay en el piso ("... mmhh! Debí haber dado vuelta a la derecha en Albuquerque!").
Nuevamente en la superficie, necesito ropita nueva, así que comienzo a practicar con el chiche nuevo (la ballesta).
La experiencia empírica demuestra que hay que usarla en una distancia media (como mínimo), agachado (para mayor seguridad) y siempre apuntar a la capocha.
Tras cambiar de indumentaria y ponerme algo más acorde al clima (si fuera por eso, tendría que estar vestido con una piel de oso polar), esquivo un puesto de vigilancia y me interno en el segundo nivel de vigilancia.

Acá no hay agujeros en el piso, en su defecto hay más guardias deambulando por ahí.
Cual Guillermo Tell post-modernista, emboco algunas capochitas más para hacer puntería (y espacio).
Diviso al fondo del valle por el cual transito, entre las rocas, la entrada a la primera parte de la fortaleza. En esa suerte de avanzada, se encuentran los generadores que alimentan los sistemas de seguridad interna.
Desactivo el primero, sólo para enterarme de que el segundo está dentro de la primer muralla (que ricura!).
Llegando a la puerta de la muralla, un plomito me zumba el oído. Ahora resulta que ya se desayunaron de que ando por ahí, disfrazado de guardia y matando gente. Me pregunto cómo carajo se dieron cuenta.
Y buéh...! Ya que el efecto sorpresa se perdió (como Hansel y Gretel), vamos a ponernos más duros.
Bye bye Mr. Nice Guy!
Hello Mr. Carnage!

Al primero que me haga el chistecito de "frío... frío... tibio... tibio... caliente!", va a descubrir al inquisidor medieval que llevo dentro.

viernes, junio 03, 2005

Tokio

Banzai!!!

Nada me reconforta mas que ponerme en contacto con la cultura japonesa!
Si pudiera me quedaba a vivir por estos lares.
De momento tengo que "hacer un lavado en seco" al hijo de un yakuza, con el "twist" de acoplarle un chip GPS para la posterior ubicación de su padre, el otro "blanco".
Va a concurrir a una reunión en la casa de otro líder yakuza, en las afueras de Tokio.
Escondido tras una roca adornada con símbolos zen, chequeo mi "gadget" para constatar que mi "marca" esté dentro.

Rápidamente atravieso el jardín hasta la puerta de un garage. Una vez adentro chequeo nuevamente el aparatito.
Las puertas de acceso a donde se encuentra el sujeto, tienen más gente que un boliche de la Ciudad Vieja en hora pico de jueves a la noche (imagen innecesaria...).
Sin ir más lejos, tras la puerta que comunica al garage con el resto de la casa, hay un guardia haciendo sebo.
Antes de que diga siquiera "a...", lo ensarto como brochetta. Escondo el "body" en el garage.
Buscando un lugar donde planear como voy a hacer, atravieso la cocina y llego a un depósito.

Albricias!
Gracias al Discovery Channel y el Gourmet, reconozco, sobre una tabla, un pez globo (a.k.a. fugu, para los japoneses). Altamente venenoso.
Solamente se permite a expertos certificados que lo manipulen.
Y yo soy, justamente, un experto certificado (pero no en cocina).
Cual hábil cocinero televisivo, secciono al desinflado pez, quitándole su glándula venenosa. Y como si fuera otro procedimento de la receta que estoy preparando, planto dicho ingrediente en un plato con exquisiteces marinas, que casualmente encuentro en la cocina.
Ahora sólo resta esperar a que haga efecto.
Todo un "delicatessen".
Un par de minutos después, puedo adivinar el desenalce, debido a los gritos y corridas por toda la casa.
Me resta colocarle el chip y estoy listo.
Los guardias no se mueven de sus puestos. Todo lo que había sido de sigiloso y delicado hasta el momento, se iba a ir por la borda.
Armado con mi HK MP5, arremeto contra los guardias de la puerta, desparramando gente y plomo.
Tengo que ser rápido.
Entro en la habitación principal y planto el chip. Puertas afuera, me abro camino a sangre y fuego, traspasando al fin la puerta principal del cerco que rodea la casa.

Nota: Japón está en el hemisferio norte, por lo tanto... que tipo de clima hay en este momento?
Si contestan invierno, se ganan una consumición en el bar de karaoke del Sr. Miyagui

miércoles, junio 01, 2005

Berlín II

... Y se va la segundaaa!!!

La segunda parte de la misión.
Recuperar el maletín.

Retrocedo sobre mis pasos y vuelvo al salón principal, justo a tiempo para ver que el agente del Spetnaz sigue al embajador hasta una oficina, al otro lado del salón.
Parece ser que estoy para interrumpir momentos íntimos, el embajador y el agente, solos en la oficina. Claro que esta vez no es nada romántico, a menos que alguien considere romántico que le apunten con un arma.
Vamos a romper el hielo... (clara alusión al frío reinante afuera).
Y como se rompe el hielo?
A balazos (con silenciador, off course!).
Por lo visto el agente ruso llevaba puesto un "vest", porque los dos primeros plomitos en el pecho ni los sintió.
En la cabeza que no renguea...!
El embajador, frío (como que me obsesioné con las bajas temperaturas, no?).
Con permisito dijo Monchito (grande "Ron Damón"), me llevo este maletincito y un recuerdo del agente (una rara pistola de las fuerzas especiales rusas).

La salida es por acá?
Maletín en mano me dirijo hacia la puerta principal de salida. Nuevamente el frío exterior me abraza... (que poeta barato resulté).
Hablando de barato, me gustaría conseguir un HK MP5 como los que tienen los guardias externos (pero sin hacer una erogación monetaria muy importante). Cómo hago?
Simple.
Sigo a uno de los guardias hasta el fondo del predio de la embajada, le practico un rápido corte (sin quebrada, como hacía Silvio Soldán), y procedo a birlarselo.

Salgo por una puerta lateral hacia mi "exit".
Urgente se busca misión en clima cálido.