Mac Ramsey (former agent of NSA, now BHU)

martes, julio 25, 2006

París

Teatro de la Opera de París.

A continuación, asistiremos a una retrospectiva de la obra de Puccini, donde recorreremos su obra, analizando también los aspectos extra musicales que llevaron al músico a incluír en su composición lírica, temas de su propia vivencia, así como también se pueden apreciar, críticas sociales comprometidas con sus fuertes ideas políticas.

Pah!
Como que tuve un golpe de cultura totalmente inexplicable. Ni que hubiera visto la temporada completa de El Sello de Hoy.

Al Teatro de la Opera en París voy, pero no a ningún simposio cultural. Voy a despacharme a un par de objetivos. El principal cantante lírico y su amigote el embajador de USA (pavada de amigote).
Parece ser que al cantante le gusta "ponerse íntimo" con jovenzuelos y jovenzuelas (mayores de 18 abstenerse), y su buen amigo el embajador, se encarga de proporcionárselos, amaprado en su cargo. De mas está decir que en esta especial amistad hay más que mera admiración; acá hay amor.
Arribo al teatro con mi maletín de trabajo que contiene papeles varios, una merienda, un rifle tipo sniper WA2000 y algunas cositas mas.
Traspasando la puerta principal noto una gran cantidad de gente que deambula por su hall principal, guardias y obreros varios.

Ah caramba!

Parece ser que están de reformas, preparándose para la temporada regular.
Tendré que arreglármelas para encontrar un momento y lugar adecuados para interrumpir el ensayo que se está desarrollando en estos momentos. El sr. embajador ni siquiera se permite perderse un solo ensayo de su "amigovio", y siempre está en un palco preferencial, de frente al escenario. Cabe acotar que no va solo a los ensayos; tiene "bodyguards" por todos lados.
Habiendo previamente consultado a mi "gadget", me escabullo rápidamente hacia una puerta que tengo a mi izquierda (solo para el personal del teatro). Bajo una escalera y llego al subsuelo del teatro, donde me encuentro con un trabajador haciendo sebo, sentado sobre una caja. Sin que se de cuenta, entro en un baño de servicio, dejo mi maletín escondido, y procedo a usar la jeringa.

Tuvee tu venenooo tuve tu amoor y también tu...

Sorry...
Anyway.

Lo escondo en una caja (convenientemente cerca) y me propongo a pasearme por las entrañas del teatro, con una vestimenta más adecuada para la ocasión. Sigo las instrucciones de mi
aparatejo y me dirijo hacia una escalera que me va a comunicar con la parte trasera del teatro, donde se encuentran los camarines y vestidores.

Haciéndome el gil (como tantas otras veces), me dirijo hacia la escalera en cuestión. Asomo mi cabecita tras bambalinas, y aparezco en los pasillos que van hacia los camarines. Diviso rápidamente el que busco (tiene terrible estrella dorada en la puerta, además de un "bodyguard" made in USA).
A pesar de lo que todo el mundo piensa, los guardaespaldas tienen sentimientos (y también van al baño), momento que aprovecho para colarme dentro del camarín del tenor.

Hacete un Do de pecho con esto!

Lo surto con un par de plomos silenciados calibre .45, lo escondo y me voy (todo antes que el bodyguard salga del toilette).

Le llegó el gran final...
y cantó para el carnero!

miércoles, julio 19, 2006

Si vas para Chile... II

... y se va la segundaaa!!!

(digo, para seguir con el clima telúrico)

Ahora que la puerta ya no tiene guardia a la vista (está nadando con los pececitos, allá abajo...), procedo a ingresar en la hacienda.
Obviamente, esta entrada no es la principal, ya que desemboco en un área donde hay unas cajas de madera apiladas y una puerta que comunica con el patio principal, donde se desarrolla en estos precisos momentos la fiesta de presentación del vino.
Trepo sobre las cajas de madera, que están convenientemente apoyadas sobre un muro, y llego a otra zona de la residencia (como un pequeño jardín interno), con plantas varias, una palmera y una fuentecita.
Los guardias vienen incluídos.

Espero escondido tras la palmera a que uno de ellos entre en la casa y paso subrepticiamente al lado del otro guardia (que está dormido). Entrando en la casa propiamente dicha, cruzo una gran habitación de recreo (porque no creo que la mesa de pool esté para otra cosa) y me escondo en un armario. Con tranquilidad me tomo unos minutos para chequear mi "gadget" y planear un poco mi estrategia. Por lo visto, este uniforme de guardia que llevo puesto de manera tan "chic", no se usa por estos lares. Acá se usa algo más del tipo paramilitar; borceguíes, caquis y gorrito de visera. Voy a tener que agenciarme uno de esos, si no quiero pasar por "demodé" (y pasar a mejor vida también).
Salgo de mi escondite y comienzo a recorrer habitaciones vacías hasta llegar a un pequeño hall de distribución. Por una de las puertas entro en la cocina, y a través de ella, accedo por una puerta hacia un patio (no el principal), donde hay trabajadores estibando cajas, custodiados por algunos guardias. A mano izquierda, aseguarado a la pared, hay un caño de desagüe, por el cual trepo hacia el techo de la cocina.
Caminando por el mismo, tengo acceso a las ventanas de las habitaciones del primer piso. Entrando por la ventana, ingreso en la biblioteca/sala de música y me encuentro con mi objetivo Nº1: el veterano.
Absorto con su interpretación en el violoncello, no se percata de mi presencia. Desde atrás del piano de cola, lo emboco con un plomito en la nuca.

Debo acotar a esta altura, que antes de partir a esta misión, la gente de la Agencia me habilitó con ciertos "upgrades" para mis utensilios. Por una módica suma, mi pistola Silverballer .45 cuenta ahora con silenciador incorporado, así como también cuento con munición acorde al caso. Dejo el cuerpo despatarrado en el piso (ni me molesto en esconderlo) y vuelvo por donde entré.

Mi segundo objetivo se pasea desde el patio principal hasta la bodega subterránea, acompañando en una suerte de "tour turístico" a sus invitados.
Regreso a la cocina y consulto a mi aparatejo nuevamente. En el pequeño hall de distribución que está afuera, hay una puerta que me conduce a unas escaleras, que a su vez me llevan a lo que vendría a ser la parte trasera de la bodega.
Bajando por la misma, y llegando casi al final de 4 tramos de escalera, me encuentro con un guardia (de los paramilitares). Para de pecho un par de plomitos y yo me lo llevo escaleras arriba.
Además de hacer ejercicio, aprovecho sus vestimentas y lo escondo en un freezer horizontal que está en la cocina.
Ahora puedo pasearme a mi antojo por la bodega y buscar a mi segunda "marca".
La parte trasera de la bodega no es otra cosa que el laboratorio de "cameruza" del nene. Recorro un poco más y llego a una especie de recámara donde se pueden ver 3 ó 4 grandes toneles de madera incrustados en la pared. De cerca me percato que uno de ellos es falso, y tiene una especie de compuerta.
La atravieso y llego a la bodega propiamente dicha. Busco un buen escondite y espero.
Pocos minutos después puedo ver entrar a mi objetivo y desde las sombras lo llevo a las mismas, cortesía de una bala calibre .45.
Lo escondo (a este sí, porque hay una cantidad de gente en la vuelta y quiero tener tiempo de una retirada honrosa), y procedo a irme por donde vine.

Haciéndome el gil, salgo de la hacienda con rumbo hacia donde dejé mi traje. Luego de pegar el cambiazo de indumentarias, comienzo a transitar una senda que zigzagea hacia abajo, hacia el río, donde en un pequeño muelle reposa un hidroavión. Ese es mi pasaje de ida, al cual llego, no sin antes esquivar un par de trabajadores y guardias que andaban en la vuelta.

De souvenir, me traje una botellita...
... digo, para despuntar el vicio.

A la salud de los billetitos que van viniendo!

jueves, julio 13, 2006

Si vas para Chile...

Si vas para Chiiileeeee.....

te pido viajeeerooooo......

que ya que estás por ahí te "limpies" a un viejo militar retirado amigo del "Pinocho" y que para disimular ya que estás también "limpies" al hijo que es un dealer de aquellos y de paso la muerte del vejete la toman como daño colateral de una venganza de un grupo de dealers enemigo del hijo que lo matan porque lo quieren sacar de la competenciaaaaa.....

Tá, ponele que para componer letras de canciones folklóricas y para la métrica ando medio "malena".

Tá, ponele que la música no es lo mío.

Hasta Chile llego, con el propósito de eliminar a un militar retirado, amigote de Pinochet, y de paso cañazo, elimino al hijo también (él es el daño colateral). La ocasión elegida es la presentación de un vino producido por los viñedos de esta gente. Llego como convidado de piedra a la fiesta que se está celebrando en una "pequeña" casa de campo, a la orilla de un acantilado, coronado por una espectacular cascada que cae a un río, varios (varios, muchos, pila) metros abajo.

Consulto a mi viejo y querido "gadget"...

Paréntesis.

Si se preguntaban porqué no había utilizado mi "gadget" en la misión del parque de diversiones, la respuesta es bien simple: extravío de equipaje.

Al llegar de Europa a Norteamérica, me desayuno con que me habían extraviado el equipaje y lo habían enviado a Surinam.

Anyway.

Como iba diciendo...

Consulto a mi viejo y querido "gadget" para ubicar objetivos y todo eso. Circundo la hacienda (que está rodeada de un muro en toda su extensión) y me dirijo hacia los fondos, que limitan con una zona de vegetación abundante y pared de piedra casi vertical incluída.
Puedo divisar a un guardia haciendo el recorrido perimetral de esta zona, y procedo a seguirlo con cautela...

Cautela y yo le anudamos un cable de fibra en el cuellito y lo sacamos de contexto (ah bueno...! de a dos no vale...!)

Sorry for that...

Me agencio una vestimenta apropiada para la situación (vaqueros, chalequito camuflado, botas, sombrero) y un arma (escopeta .12).

Chiflando bajito vuelvo sobre mis pasos, y me dirijo hacia una de las entradas (no la principal). Dando la vueltita al recodo, y aprovechando que sólo diviso un guardia a lo lejos, apoyo la escopeta contra el muro y me dirijo hacia el mismo.

Rápidamente le aplico una inyección (letal) y luego lo lanzo por encima de un vallado hacia el río que corre allá abajo.