Mac Ramsey (former agent of NSA, now BHU)

martes, agosto 23, 2005

Sicilia (il ritorno)

Actualización (o F5 para los computontos).

Luego de despacharme a todos en la fabriquita de clones, y de emplearme tiempo completo en una agencia de asesinos a sueldo, decidí que era tiempo de tomarme unas merecidas vacaciones.
De la noche a la mañana, me pegué una escapadita a Sicilia, y me ofrecí como jardinero en una vieja iglesia campestre. Se preguntarán porqué jardinero; muy simple, mi anterior trabajo tenía una relación directa con el abono orgánico de primer nivel (black humor).

Anyway.

De ahí el principio de mi actual peripecia: la persona que habían secuestrado y que me hizo volver a la agencia era el cura de la iglesia (si esperan chistes de curas, monjas y todo eso, se van a quedar esperando, voy a contar uno cada muerte de obispo ...ouch!).
En realidad, mi interés en el religioso no va mas allá de lo económico; el muy amarrete me debe 4 meses de mantenimiento del jardín.

De vuelta al presente.
La situación es la siguiente: un número indeterminado de mamones armados hasta los dientes, diseminados por la iglesia y alrededores; y yo con mi siempre fiel cable de fibra.
No es justo (para ellos).

Atravieso la entrada principal, solo para verla transitada de lado a lado por sicarios haciendo guardia. Mi objetivo es llegar sin ser visto hasta el cobertizo donde guardo mis "herramientas" de profesión.
Me escabullo entre las columnas que adornan las galerías que anteceden a la iglesia, y rápidamente me zambullo a través de la puerta que comunica al jardín interno de la misma.
Asfixio con mi cable a un pelado, quien apenas emite un murmullo, cosa que me llena de orgullo.
Nota: el párrafo anterior se parece a un deber escolar: "escribir oraciones con palabras que terminen en ullo". Para el olvido.

Llego al cobertizo y comienzo una selección acorde con la situación: HK con silenciador (muchas municiones y cierta discreción) y la Desert Eagle .50 (potencia de fuego).
Encaré para la entrada y empecé a bajar macacos como en tiro al blanco de parque de diversiones mediocre. Utilizo las escaleras laterales para llegar a la galería superior de la iglesia y por allí me quedo.
De más está decir que el ascenso estuvo plagado de interrupciones, zanjadas a balazos.

Ya en la galería antes citada, cambio mi HK silenciado por un rifle sniper tipo prototipo, el MK 2000. Es una especie de arma básica, a la cual se le pueden agregar múltiples tipos de miras (ópticas, laser, infrarrojas, etc.) así como también silenciadores y demás chiches.
Una maravilla de la tecnología armamentista, y está en mis manos.
No dejo de pensar en la similitud de mi acutal situación con un western spagetti; una emboscada dentro de una iglesia, un tipo con un pasado turbio (bueh! turbio turbio no, pero le da un aire mas "mistique"), una recompensa por cobrar y una venganza.
Más que recompensa, yo quería cobrar los 4 meses que el cura éste me estaba debiendo, y por otro lado, el mamón ruso éste que me tomó el pelo en San Petesburgo, y todavía pretendía matarme.

Ah no m´ijito!
Esto se termina ahora.

Desde mi elevada posición pude despachar a cuanto molesto matón andaba por ahí (nota aparte la estabilidad del arma que llevo conmigo, "groovie!").
Con todo limpio (excepto el piso, que ni les cuento...) es tiempo de saldar cuentas.
Bajo hasta el confesionario, donde se encuentran mis dos objetivos, el ruso mamón y el cura remolón.
El ruso comienza a parlotear sobre sus motivos y demás (yadda, yadda, yadda ... you know. Last Seinfeld copyright).
No me interesa, apenas el sr. sale del confesionario con su Spaz 12, es recibido por una lluvia de plomo .50, cortesía de la casa. Ahora que hago asociación de ideas, el mismo tratamiento deberían haber recibido todos quienes participaron en todas las versiones de casas con confesionarios (Big Brother, you know).

Voy a ser breve con el final, ya que no hay balazos ni nada de eso. Tampoco hubo pago para mí, ya que en todo el tiempo que el cura estuvo secuestrado, la iglesia estuvo cerrada, por lo cual no entraron feligreses a depositar su óbolo.
Conclusión, el cura estaba quebrado. En agradecimiento me regalo un crucifijo (que dicho sea de paso, no valía 2 vintenes). Tanta pena me dio, que le dejé algún dinerillo para que tirara hasta fin de mes.

Anyway.

Me tomé vacaciones de nuevo.
Ahora revisto como funcionario en un banco estatal de un pequeño país bananero, cuya ubicación obviaré por motivos de seguridad. Cuando me aburra, capaz que me hago alguna llamada a mi vieja y querida agencia, a ver si tienen alguna changuita para mí.

See you around!

PD 1: no creo que me vean por ahí (a no ser que me reconozcan por la foto).
PD2: si alguno me ve, mala suerte, quiere decir que es mi trabajo del día (je, je, je!).