Mac Ramsey (former agent of NSA, now BHU)

lunes, octubre 30, 2006

Wiskey in a Jar II

Desemboco en una sala de espera, y a mi mano derecha una escalera que conduce hacia abajo.
Dos preguntas se me ocurren; primero:
para qué la sala de espera, si por acá no viene nadie?
y segundo: a dónde lleva la escalera?
Rápidamente respondo mi segunda pregunta bajando por las mismas, hasta un largo corredor donde puedo divisar la lavandería de la clínica. No mucho de mi interés, así que subo nuevamente hasta la sala de espera (donde no pienso esperar). Aprovecho que uno de los enfermeros sale a hacer una ronda y me escabullo oportunamente por la ventanilla de atención al "público."

"... yo no quiero ser doctor solo quiero ser un en-fer-mero.... uu ooo uu ooo o!"

Luego de desanudar el nudo de corbata que le hice al enfermero de guardia (un poco ajustado de más, debo reconocer), escondo el cuerpo y me visto con su uniforme. Tomo unas llaves y otra tarjeta magnética para abrir puertas y bajo hacia el celdario (área médica mis polainas!). Enseguida encuentro a mi objetivo y me pasa los datos necesarios para culminar su tarea inconclusa. Un jefe mafioso internado en la clínica por sus problemas con el alcohol (su problema básico es que tiene dos manos y sólo una boca!).
Luego de inyectarle el suero experimental, me comunico con la Agencia para hacer un update de la misión. Me informan (a su vez), que la situación puede sufrir cierta modificiación. Parece ser que hay una guerra interna en la familia a la cual pertenece este capo mafioso, y hay ciertos intereses en que otros 2 miembros de la misma familia (que casualmente también están internados acá) corran con la misma suerte.
El gancho: 50 "lucrecias" extra cada uno.

Vuelvo sobre mis pasos hasta recalar nuevamente en mi habitación (esta vuelta incluye también el cambio de vestimenta). Otra vez de bata, empiezo a cranear como voy a tramitar los pasaportes al otro mundo, de estos tres mafiosos.
El tiempo apremia, ya que tengo que sacar al agente "muerto" de la morgue, antes que lo procesen y le pongan el piyamita de pino con manijitas al costado.
Miro en mi "gadget" la ubicación actual de los blancos (ahora que ya los tengo plenamente identificados), y decido que lo mejor será improvisar sobre la marcha.
El objetivo principal está en la biblioteca, cuya puerta está custodiada por "securities" de la clínica (por lo cual queda descartada una acción directa). Salgo del ala de habitaciones, bajo la escalera, cruzo el pasillo central de la clínica (y pispeo hacia adentro de la biblioteca para asegurarme de que la "marca" esté allí), y subo hacia un área de descanso que se encuentra sobre la biblioteca.
Me asomo por un apartado, amueblado tipo living y puedo ver hacia abajo al primer mafioso. A mi derecha me percato de la existencia de una roldana, de la cual cuelga una hermosa lámpara de techo. Mientras hago estas observaciones, el mafia se levanta y se dirige hacia un globo terráqueo que está en el medio de la biblioteca. Lo abre y saca de su interior una botellita (y no de refresco...).

Empiná, empiná tranquilo, mientras yo coloco un explosivo en la roldana que sostiene la lámpara!


Pongo terreno por medio y me voy hacia otra zona dentro de la clínica, no sin antes detonar el explosivo.
No se si existe una luz al final del camino, pero si se que este mafioso vio una luz (que le caía arriba de la capocha!).

Gran revuelo gran.

Miembros de la seguridad e internados varios corriendo de aquí para allá. Aprovecho el "tole tole" y me mando para la sala de aparatos (musculación y otros), que es donde está uno de los mafiosos opcionales. Echado en un banco, está haciendo press con barra (o sea, acostado boca arriba levantando pesas para fortalecer pectorales).
Me coloco atrás de el (al mejor estilo "personal trainer") y lo ayudo para que no se le caiga la pesa encima...

A quién engaño?
Le bajé la barra con las pesas en el cuello ("... dame 3 de mil").

Continuando con el reparto de alegría (para mi bolsillo), me dirijo hacia la cocina, zona por la cual merodea mi último objetivo. Escondida en un rincón encuentro una botella. Evidentemente el "quia" éste viene de vez en cuando a pegarle un "beso" al pico de la misma.
Mando un jeringazo de veneno para adentro y me "pelo" cual ajo. Cuando venga a tomarse "la del estribo" se va a llevar una sorpresa (se la va a llevar para adentro).
Dicho y hecho, minutos después puedo constatar en mi "gadget" que el objetivo se tomó "los vientos".

viernes, octubre 06, 2006

Wiskey in a Jar

De vuelta en USA...

Ahora estoy en un algún lugar al norte de California, con una nueva misión (un tanto compleja). Tengo que arreglar una macana que, como no puede ser de otra manera, la hizo otro y yo tengo que salir a la cancha.
En una clínica para desintoxicación alcoholica se encuentra "internado a la fuerza" un agente de la Agencia. Debo encontrarlo con un doble propósito: primero obtener la identidad de su "marca", y segundo, inyectarle un suero experimental que genera en el cuerpo una reacción tal que los signos vitales se reducen al mínimo, creando así un estado de "muerte ficticia". El motivo de este experimento es que al agente no lo van a dejar salir de la clínica (sólo muerto).
Cabe acotar que la "marca" se encuentra internado también en la misma clínica.

Arranco a caminar por un sendero que, serpenteando sinuosamente, me lleva directamente a la puerta principal del establecimiento, en lo alto de una suave colina. A mi derecha, y enseguida de trasponer el portón de ingreso, está la morgue (si todo sale como está planeado, será mi lugar de escape), y a mi izquierda un pequeño cuartelillo de guardias de seguridad.
Con mi mejor cara de "yo no fui", transito hacia la residencia que sirve a los efectos de recepción y alojamiento. Me cruzo con algún guardia que otro y casi llegando a la cima del caminito, en una especie de área de descanso (muy prolija, con banquitos y todo), me encuentro con un posible interno, que paró un momento a fumarse un cigarrito, dejando descuidado su orden de ingreso a la clínica.
Papel papel, el que lo agarra para él...

Luego de birlar la orden de ingreso, termino de recorrer el camino e ingreso en la clínica. Procedo a presentarme en recepción y luego de asignarme una habitación, me indican que debo dejar mis ropas y otras pertenencias en el vestidor. Por suerte (y previendo este tipo de contingencias), no llevo encima ninguna "herramienta" que haga saltar los detectores de metales, como el que hay en la puerta que comunica a la recepción y lobby con los alojamientos y consultorios.
Paseando con mi nuevo modelito de bata, busco mi habitación y allí, tranquilamente chequeo mi "gadget", para ubicarme un poquito. Me encuentro en la planta alta, donde se encuentran las habitaciones, y el sitio de interés está allá lejos y allá abajo.
El agente que debo contactar está recluído con medidas de seguridad en un "alojamiento" dentro del área médica de la clínica.
Mi habitación tiene una pequeña puerta que dirige hacia un balcón, donde puedo tomar aire fresco y mirar el paisaje mientras me rehabilito. También sirve para que yo me escabulla caminando por el techo hasta encontrar algo que me sea útil.
Útil como esa tubería de desagüe que veo allí adelante.
Camino en cuclillas (para que ningún enfermito me vea) por el alero del techo y llego hasta la tubería antes mencionada. Bajo por ella y comienzo a recorrer un pequeño patio interno, que a simple vista no tiene acceso a ningún lado.
Lo que si puedo divisar es una cámara de vigilancia.
Donde hay cámara, hay puesto de control, y por lo visto en este caso, los instaladores fueron poco precavidos y dejaron el cable por afuera. Con solo seguirlo, voy a llegar hasta el centro de control. Me pego a la pared y comienzo el recorrido. Retorcedo hasta casi la altura de mi habitación y me encuentro con una caja de fusibles y una ventana abierta.
Casualmente (y para mi ventaja) puedo ver a través de la misma el centro de control, con un guardia de seguridad sentado convenientemente de espaldas a la ventana.
Primer paso: meter mano en la caja de fusibles y descomponerla.
Segundo paso: esconderme en los alrededores.
Tercer paso: esperar a que el guardia salga a ver que pasó.
Cuarto paso: acercarme cautelosamente y practicar quiropraxia con él (a la altura del cuello).

Crack!

Quinto paso: deshacerme del cuerpo (no sin antes tomar prestado su uniforme).
Una vez dentro de puesto de control, tomo todo lo que me pueda servir (tarjetas magnéticas para abrir puertas, el cassette de video de la cámara de seguirdad, aturdidor eléctrico, etc.). Utilizando la tarjeta magnética, abro la puerta que me comunica con un pasillo que dirige hacia la zona médica.
Ahora tengo que encontrar al agente que me va a dar la "intel" para realizar mi trabajo.