Mac Ramsey (former agent of NSA, now BHU)

miércoles, junio 15, 2005

Kuhala Lumpur

Calor.

Al fin.

Ya me encontraba al borde del paroxismo con el asunto del frío y la nieve. Casi llego al colmo de inhalar líneas de Vascolet vencido rebajado con maicena, para poder soportar las bajas temperaturas.
Esto es otra cosa.

Malasia, hogar de cuanto electrodoméstico y ropa deportiva de marca ande por la vuelta.
Si tenés una marca reconocida y no tenés una fábrica en Malasia estás "out", no existís. Siempre es un buen momento para comprar algo "directo de fábrica".
En fin, dejemos de lado estas elucubraciones "alpedísticas".
Pasemos al desarrollo de mi tarea en estas latitudes.

Mi objetivo es un pirata informático (de ahora en más, el "dogor computonto"). Parece ser que este tipo diseñó un programa que ayuda a camuflar la identidad de los misiles. No es que los misiles tengan cédula de identidad o símil. El programa engaña a los sistemas de defensa, haciendo que éstos identifiquen a misiles enemigos como propios. La consecuencia natural es que ante un ataque enemigo, no haya defensa.
Y él tampoco va a tener defensa, porque yo voy en su búsqueda.

El "dogor computonto" tiene su base en el sótano de una de las torres gemelas de Kuhala Lumpur (nota: voy a escribir Kuhala Lumpur como se me cante. No chequeé si lleva h o no, y si lleva, donde poronga va. Hecha la aclaración...).
Tengo que infiltrarme a través del lobby de una de las torres, lleno de guardias, ver de pasar los detectores de metales y llegar al sótano donde se encuentra el "dogor".
Chequeando el mapa, encuentro el lugar donde está escondido mi equipo. Me mando por una puerta a mano derecha, luego de un pasillo en forma de L entro en un vestidor, y abro el casillero 137 (no voy a volver a hacer el chiste de "Paso de la Arena - Ciudad Vieja" ...ups! ya lo hice...).

Anyway.

Cargo una Beretta con silenciador, municiones y (lo más novedoso), una bomba de humo. Siguiendo un razonamiento lógico, luego de mirar los diferentes objetivos marcados en el "gadget", tengo una habitación que funciona como lavandería (haciendo espejo sobre mi ubicación actual, o sea, cruzando el lobby y en la misma disposición). Para completar, y haciendo diagonal con este vestidor donde me encuentro, se halla una pequeña guardia de bomberos.
Me veo sorprendido en mis cavilaciones por un guardia, quien irrumpe sorpresivamente en el vestuario.

Yo me sorprendo.
Tu te sorprendes.
El se muere (no, esta conjugación del verbo sorprender no me la enseñaron en la escuela)

Y haciendo un homenaje al maestro del suspenso (Hitchcok), lo tiro detrás de la cortina del duchero (Psicosis).
Haciendome el choto, cruzo el lobby hacia el lavadero, y una vez adentro, planto en un ducto la bomba de humo, que activa la alarma de incendios.
Se armó la gorda!!!
No, María Marta Serralima no ...

Aprovechando el desconcierto y pánico general, corro hacia el petit room donde están los bomberos, del otro lado del lobby.
Me pongo un traje de bombero (máscara incluída), y tomo una típica herramienta del gremio fogoso (un hacha).
Traspaso los detectores de metales, haciéndolos sonar (justificadamente) y me dirijo hacia el ascensor que me llevará hacia el sótano. Una vez allí, me mezclo entre otros bomberos, y busco el acceso al lugar donde se esconde el "dogor computonto".
Una vez encontrado dicho acceso, comienzo a bajar escalera tras escalera, hasta el último nivel. Tras una serie de servidores, en el fondo, puedo divisar al "dogor computonto". El piso está regado de papitas y cajas de pizzas, pisar una es como pisar un sonajero, cosa que alertaría a mi objetivo.
Furtivamente me acerco por detrás y...

Achalai my brother !!!
(si alguien precisa explicación de lo anteriormente expresado, a las órdenes).

Primer parte de la misión resuelta.