Mac Ramsey (former agent of NSA, now BHU)

viernes, julio 15, 2005

Sweet taste of India III

Isla.

Resulta que la playita donde estoy realizando mis labores está en una islita cerca de Punjab. Recién ahora me desayuno. Esto me pasa por no atender en clase.
Mero detalle anecdótico.

Ahora tengo que ingresar en otra área del hospital, para encontrar allí al líder de la secta, quien va a someterse a una operación para que se le coloque un marcapaso. Parece ser que tanto meditar le hizo perder el ritmo ... (horrible, patético! Que neurona me está haciendo los guiones?).

Rodeando la playa, llego hasta un muelle más grande que el primero que vi, sin mencionar el terrible yate anclado (guardia incluído). Otro más deambula patrullando el muelle en sí. Con mucho cuidado, me escabullo entre cajas y demás bultos dejados al azar, y me encamino hacia la otra punta de la playa. Un sendero excavado entre una suave colina me lleva directo a el pequeño templo de Shiva, custodiado por un par de monjes "cabeza descalza" (bah! pelados).
Los acecho por unos minutos y veo que uno de ellos empieza una recorrida alrededor del templo. Decido esperarlo en la parte trasera del mismo. Apenas aparece, le abro el tercer ojo con mi pistola silenciada. No se puede quejar, le ayudo a llegar a otro nivel de conciencia (o mejor dicho, no-conciencia) y no agradece.
Me pongo su pijama y voy en busca del otro, sorprendiéndolo por la espalda. Este no tuvo tanta suerte con el tercer ojo, pero terminó refrescado en la fuentecita que adorna al templo.
Investigo dentro de esta consturcción y me encuentro con un pequeño arsenal, el cual tal vez más tarde utilice.

Sigo por la contiunación del sendero que tomé al principio y llego hasta la zona lateral del hospital. Luego de acabar con el sufrimiento terrenal de otro acólito de la secta, me escurro por una ventana hacia un depósito.
Lo siguiente no es algo que me llene de orgullo, pero a veces en el trabajo se dan situaciones así. Debo admitir que me cargué a tres enfermeras diferentes y que me las llevé para el depósito. Las dejé muertas...
En serio.
No andaba con tiempo como para otra cosa, además tenían pinta de buchonas. No sería la primera vez que una mujer me delate.

Ya con el camino libre, salgo a un hall interno de distribución rodeado de bonitas columnas.
Subo a la segunda planta, paso disimuladamente a un guardia y me dirijo hacia donde mi "gadget" me indica que tengo un paquete esperando por mi. Fuera de esa habitación en cuestión, se encuentra una enfermera, quien luego de unos segundos decide ir a tomar algo de aire a la terraza. La sigo, y le practico una toma de aire nueva, a la altura de la nuca. Ya mas tranquilo, fuerzo la cerradura de la habitación donde están guardadas mis "herramientas". Dentro de una caja encuentro un visor nocturno (pista, tengo que laburar a oscuras).
Después, me pongo una túnica para hacerme pasar por médico.

Interludio.

A continuación: chistes de médicos, fresquitos, recién llegados vía e-mail ...
No, no puedo ser tan decadente y desconsiderado, no puedo caer en la obviedad.

Anyway.

Terraza mendiante llego a través de una escalera al techo del hospital, custodiado por securities de toallita roja. No estoy para originar un tiroteo gratuito. Además estoy vestido de médico, mi deber es salvar vidas... (ah! pero que vejiga que me puse!).
Llego hasta la otra ala del hospital, bajo por una escalera hasta el segundo nivel y tomo un ascensor hasta el sótano, donde están los quirófanos.
Una vez allí, me mando hacia el fondo del sótano, esquivando las miradas atentas de los guardias allí apostados. Una habitación en particular llama mi atención, debido a que está bajo llave. Fuerzo la cerradura y me encuentro con una escalera. Accedo a un entrepiso por donde están las instalaciones de calefacción, y llego a otra habitación donde está el generador de electricidad.

Bingo!

Ya sin luz, y aprovechándome de mi visor nocturno, entro en un consultorio, afano un bisturí y me dirijo a los boxes de operaciones.
Fácilmente encuentro el indicado (el único con "enpiyamados" dentro). Los despacho en silencio (aprovechando la falta de luz) y luego, cuando el generador vuelve a funcionar, doy rienda suelta a mis conocimentos de medicina.
A cortar por lo sano!

La operación fue un total éxito (para mí y para mis bolsillos, cuando cobre por este trabajito).
Antes que me llamen a una junta médica para comunicar los resultados, me las tomo por una puerta trasera, que desemboca cerca de la costa.
Vuelvo sobre mis pasos, retiro del templo un rifle sniper y me despacho al guardia del yate desde una distancia segura. Luego me encamino hacia mi humilde botecito, no sin antes llevarme una sorpresa mayúscula.

Llegando al final del muelle, sale a mi encuentro un tipo igual (y dije igual) a mí. Misma cara, mismo buen gusto a la hora de escojer vestimenta, mismo todo.
Mismas armas y mismas intenciones. Intercambiamos fuego (no, encendedores Bic no) y rápidamente se dio a la fuga.
Lo único que me queda por decir es repetir aquellas preguntas filosóficas...

Encomio?
Befa?

1 Comments:

  • Mi name is Ramsey, Mac Ramsey.

    Si, tenemos el mismo nombre!, que loco, ¿no?.

    By Blogger Doble A, at 1:55 p. m.  

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